Ichiro fue un niño muy deseado, sus padres ya no eran tan jóvenes y les costó hacer realidad su deseo de tener un bebé.
Lo consiguieron al fin...
A Ichiro lo mimaron en exceso y a punto de cumplir los catorce años se plantó delante de ellos y les dijo:
-Me estoy haciendo mayor y desearía no me trataséis como un niño. He recibido cariño y atenciones desde que nací y os pido que confiéis en mi.
Vuestras enseñanzas me han hecho ser un buen hijo y eso les transmitiré también a mis hijos.
Los padres se sonrieron entre ellos y seguramente pensaron que con él habían hecho una buena labor.
Dibujado por mi.
Verónica O.M.