-Si, amiga, si, me dejó sin más.
No pude decirle lo que de él pensaba. Y sabes porqué?
La miró, levantó las cejas y nada dijo, esperando que fuera ella quien la sacara de dudas.
-Quería venirse a vivir conmigo y con lo que se iba a ahorrar darse algún capricho. Y como comprenderás le dije que no. Me colgó el teléfono y fin del amorío.
-Un jeta.
-Si.
Verónica O.M.