Se ponía el camisón cuándo el móvil le daba el tono de entrar un WattsApp...
No se lanzó deprisa para mirar de quien era. A aquellas horas lo que menos le apetecía era perder rato de sueño por aquello.
Lo miró en modo avión y así no quedaría reflejado que lo había leído.
Y cuál fué su sorpresa al leer:
-Hola Emma, cuándo nos vemos?
La expresión de su cara cambió por momentos y el corazón se le aceleró.
-Será cabrito, ahora viene cuándo ya lo tenía olvidado.
Sonó tres veces más y paró.
-Va a ser que no.
Verónica O.M.